HYPHAE /

El origen del cultivo del champiñón en España se sitúa en Logroño y no lo hace por una casualidad histórica, sino por unas condiciones físicas, climáticas y geográficas adecuadas. Sin embargo, el desarrollo del champiñón conlleva numerosos desechos: al no tener clorofila, necesitan un sustrato de compost del que absorber los nutrientes, que, tras el ciclo de cultivo, no se puede reutilizar.

En su origen supuso el abandono de las cuevas, la contaminación de la arquitectura y la ruptura del tejido urbano dejando que la tradición huyera de su  origen. Como consecuencia, se ha creado a nivel europeo el proyecto Smart Mushroom que demuestra la posibilidad de generar biogás con el sustrato. Así, se mejora la rentabilidad de las explotaciones, el residuo supone un menor coste, se evitan transportes innecesarios y se reduce el impacto ambiental.

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A través del análisis y conocimiento del champiñón se conforma la arquitectura. Sus condiciones de cultivo hacen que el corazón de hyphae sean unas bodegas subterráneas que aprovechan la inercia térmica del terreno a través de la observación de la arquitectura tradicional. La inercia amortigua los cambios bruscos de temperatura y favorece unas condiciones higrotérmicas estables y adecuadas para la biología humana a través de la regularización de las condiciones de humedad. Para controlarlas de forma efectiva, la construcción vernácula enterrada se dota de elementos de ventilación particulares: las chimeneas.

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Se proyectan unas chimeneas (mecanismos de  intercambio) dispuestas entre 6 y 12 metros que generan diferencias de presión para tener una ventilación indirecta constante. Estos elementos regulan la temperatura del edificio a través del intercambio de corrientes usando el sol como elemento de absorción y permiten eliminar sustancias nocivas para el usuario a través de un material que cuenta con densidad suficiente para aportar inercia térmica: el hormigón. El circuito térmico se completa con serpentines de agua creando un sistema radiante y refrigerante para el día y la noche. Estos mecanismos son también estructura y espacios programáticos. Su ejecución se realiza in situ en hormigón armado -con el fin de reciclar el material tras el paso de su vida útil- a través de encofrados trepantes que se adaptan a la geometría para evitar un malgasto en los recursos.

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Todos estos elementos generan una sección compacta que intercala los programas derivados del cultivo del champiñón jugando con la disposición de la estructura y su programa. Hyphae se convierte de esta forma en un proyecto en el que conviven champiñón, tradición, tecnología y energía.